¡Hola bloguer@s! Hoy os
exponemos dos cuestiones que todos/as en algún momento nos hemos planteado:
¿Cómo nos enseñan? ¿Cómo aprendemos?
Extrapolando estos
interrogantes al ámbito que nos concierne, la lengua extranjera, podemos
establecer dos enfoques básicos presentes en el proceso de
enseñanza-aprendizaje:
- -
El enfoque tradicional, del cual a nivel
general, todos/as hemos sido partícipes.
- -
El enfoque comunicativo, ese enfoque por
el que apostamos hoy en día en nuestras aulas.
Si echamos la
vista hacia atrás, seguro que la mayoría de nosotros/as coincidimos en haber
recibido un aprendizaje de la lengua extranjera, basado en la memorización sucesiva
de elementos gramaticales. La enseñanza ha estado orientada hacia la corrección
y la evaluación de dichos aspectos, poniendo hincapié a su vez, en rasgos
ortográficos y sintácticos que verdaderamente no han posibilitado un buen
aprendizaje de la lengua.
El interés siempre se ha centrado en
lograr una correcta escritura de la lengua y se han olvidado otros componentes,
que son de gran relevancia para un buen dominio del idioma extranjero, como es
el propicio de situaciones que originen la comunicación oral, la escucha
continua y la interacción constante entre los hablantes.
Por tanto nuestro objetivo es cambiar el
rumbo de la metodología anclada y establecer nuevos caminos de
enseñanza-aprendizaje, que obtengan como resultado que los alumnos/as dominen la
lengua extranjera en todos sus aspectos y consigan desenvolverse de manera
autónoma e independiente en situaciones donde se requieran su uso. Para ello
resulta primordial, el fomento del lenguaje en el
aula, mediante el cual, se posibilite una mayor participación e intervención
del alumnado en su proceso de aprendizaje en el devenir diario, que permita el
desarrollo integral de los individuos y el logro de las metas establecidas.
Olvidémonos de
corregir los errores que comentan nuestros alumnos/as como un fallo, intentemos
mostrarle la solución o pauta de manera que reforcemos su autoestima y
confianza, enseñémosles que no hay que tener miedo a equivocarse sino ganas
para aprender, interés por hacerlo e ilusión por ir más allá.
Para finalizar,
os presentamos un mapa conceptual que hemos elaborado, con los elementos que son objeto de estudio
en ambos enfoques.
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